miércoles, 5 de febrero de 2014

Yo estuve relacionado con las muertes de Michael Jackson y Philip Seymour Hoffman

¡Quién me lo iba a decir! ¡Una persona tan pacífica como yo y verme relacionado con la muerte de dos famosos! Pues así son las cosas y he de confesarlo: yo estoy relacionado con las muertes de Michael Jackson y de Philip Seymour Hoffman.

Como recordaréis, Michael Jackson murió por una sobredosis de propofol: el anestésico de mi laboratorio, AstraZéneca; un anestésico al que –por cierto- adoraba, puesto que te despertabas de la anestesia no sólo sin náuseas ni mareos, sino que además te ponía contentísimo y con ganas de irte de juerga.

Pero ¿y la muerte de Philip Seymour Hoffman, el actor que ganó el Oscar por su interpretación de Truman Capote? ¿También ha estado relacionada conmigo? Pues me temo que sí, cuando lo encontraron todavía tenía colgada en el brazo la aguja con la que se había inyectado heroína y fentanyl. Y resulta que el fentanyl es un anestésico que introdujo y comercializó en nuestro país el laboratorio Latino, el primer laboratorio en el que trabajé.

¡Qué le vamos a hacer! ¡Los anestésicos hay que dejarlos para el quirófano, no para la mesilla de noche!

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