Este fin de semana se guardó un minuto de silencio en todos
los campos de fútbol en memoria del que fue gran jugador, gran entrenador, y
–sobre todo- seleccionador que convirtió a la selección española de fútbol en
un equipo capaz de jugar bien y ¡ganar!: Luis Aragonés. Pero este hecho luctuoso nos ha dejado al descubierto
quiénes son los señores y quienes son los miserables.
Señores han sido los futbolistas de todos los equipos que
han llevado brazaletes negros, que la mayoría de ellos han dedicado alguno de
sus goles hacia el cielo en donde ahora vive Luis Aragonés. Señores han sido
los espectadores de todos esos campos que, al igual que los jugadores, han
guardado un respetuoso minuto de silencio. Señores han sido los presidentes y
directivos del Real Madrid, Getafe, Barcelona... que han acudido al funeral.
Señores han sido Xavi, Iniesta, Cesc y Puyol, que tomaron un avión para asistir
al entierro y después regresaron a Barcelona. Señor han sido Schuster, Amancio,
Gordillo y muchos jugadores de su equipo o de los rivales, que jugaron con él,
contra él, o bajo sus órdenes. Señor –con mayúsculas- ha sido Xavi Hernández,
que ha escrito unas bellísimas y entrañables palabras en el diario As. Y así
podríamos seguir con un largo etcétera, pero... ¿quiénes son los miserables que
han quedado en evidencia?
Miserables son muchos de los espectadores del partido
Athletic Bilbao – Real Madrid, que silbaron durante el minuto de silencio.
Miserables son los jugadores y directivos del Athletic de Bilbao que no
llevaron brazalete negro como todos los demás jugadores de la Liga española.
Miserables son los jugadores y directivos de la Real Sociedad, que tampoco
llevaron brazaletes. Miserable fue el entrenador de la Real Sociedad, el tal
Arrasate, quien pasó de homenajes a Luis y declaró “nosotros estamos para lo
que estamos”, eso sí, le faltó tiempo para “mandar todas mis condolencias a la
familia del chaval que ha muerto en Tolosa”, dejando así bien claro que sólo le
importan los muertos vascos aunque él y su equipo bien que siguen jugando en la
liga “española” y algunos de sus jugadores forman parte –por propia voluntad y
sin que él se lo impida- de la selección “española”. Y finalmente, miserable ha
sido José Mouriño, actual entrenador del Chelsea, que no ha dado permiso a
Fernando Torres para que se desplazase a Madrid para asistir al entierro, a
pesar de que era en domingo y el Chelsea jugó su partido el sábado.
Como se ve, hay ciertos acontecimientos que descubren la
calidad o la calaña de cada uno.
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