Diccionario Daimieleño-Español

En la ciudad (que no pueblo) de Daimiel (Ciudad Real) se ha hablado durante siglos de una forma diferente. Su idioma coincide en gran parte con el que se habla en otros pueblos de La Mancha, aunque Daimiel también aporta sus propias peculiaridades.

No es un diccionario para académicos ni para eruditos, sino para la gente llana como la mayoría de nosotros. Y, por supuesto, si no tienes sentido del humor, más vale que te abstengas de leerlo.

Si quieres conocer este peculiar idioma, aquí tienes este diccionario con sus 2.000 palabras básicas.

El “Diccionario Daimieleño–Español”, de Vicente Fisac, está disponible en Amazon (www.amazon.es) tanto en edición digital como en edición impresa.

Lo único que importa

Cuando lancé este blog lo subtitulé con la frase “Opinión en libertad”. Comprendí después que todos estamos atados por algo o por alguien y no existe la libertad completa.
Así que decidí cambiarle el subtítulo, a partir de entonces sería “La verdad sólo es un punto de vista”; y bien que es cierto, sin embargo, para los que ya estamos en la etapa final de la vida ¿qué más da lo que opine cada uno? Total, para lo que sirve... a fin de cuentas sólo estamos aquí de paso.
En conclusión, he decidido volver a cambiarle el subtítulo, y a partir de ahora es “Lo único que importa es lo que sientes y lo que haces sentir a los demás”.
Pues eso.

Tu voz

Sentí fuego,
sentí diluirse la carne
dejando al descubierto
los huesos helados de soledad,
aislados,
para empezar a construir
un nuevo ser,
antiguo,
-pensé que ya olvidado-.
Fue un relámpago fugaz;
fue tu voz, sólo tu voz,
¡pero fue tanto...!

Una frase, una guía

Haz lo que te de la gana mientras no molestes a los demás, y deja que los demás hagan y piensen como les de la gana. Cada uno es como es y tenemos que aprender a tolerarnos.

La fuerza de tu sonrisa

La fuerza de tu sonrisa
mueve muros,
rompe esquemas,
va más allá de todo
como el viento
que no cesa.

La fuerza de tu sonrisa
llena de vida mis venas
para escribir como nunca
palabras y sentimientos;
tan cerca de ti me lleva
que noto el aire moviendo
esos hilos invisibles
que, sin saber,
nos manejan.

La fuerza de tu sonrisa
me basta para llenar
de alegría
cada uno de los días
que me quedan por vivir,
sin esperar nada a cambio,
pues ya soy afortunado
al sentir cerca de mí
esa alegría que colma
la razón de mi existir.

¡Pita ya el final!

Busco una luz que me indique el camino
a seguir
desde este punto de confusa encrucijada.

Mi tiempo se alargó más allá de cuanto
pensaba
y en esta prórroga eterna, el horizonte se
escapa.

Regateo el presente sin soltar balón,
sin poder ver puerta contraria;
mientras mi equipo celebra el triunfo
yo sigo aún igual que estaba.

Envejezco muy despacio
y a este cuerpo le cuesta contener
las ganas de escapar del alma.
Ya hice lo que debía y es hora de partir.
¡Arbitro, pita ya el final de este partido!
¡Hay muchos que quieren levantar su vida
más allá de mis pisadas!