¿Podemos
conseguir el éxito en nuestra vida gracias a los sueños? Pues resulta que en
algunos casos sí; es lo que se llama “sueños inspiradores”. Durante el sueño
nos liberamos de la cárcel de materia en la que estamos presos y durante unos
minutos entramos en comunión con el mundo etéreo. Esta sintonía hace que nos
lleguen ideas creativas, o la forma de solucionar nuestros problemas, o incluso
(esto ya es mucho más difícil pero sí que ha sucedido) ganar el Premio Nobel. El
físico danés Niels Bohr descubrió mientras soñaba cuál era la estructura del
átomo, y este descubrimiento le valió el Premio Nobelde Física en el
año 1922. Pero hay otros casos igualmente remarcables… El
químico ruso Mendeleiev estaba trabajando en la clasificación periódica de los
elementos químicos pero algo en sus trabajos no encajaba. Una noche, soñó que
si invertía el orden en que había estado colocando los elementos, la tabla periódica
de los elementos químicos tendría sentido. Y así ha sido y hasta hoy la
seguimos usando como referencia. Y
un ejemplo más. El químico alemán Friedrich August Kekulé no conseguía
descifrar la configuración de los seis átomos de carbono que entran en la
composición química del benceno. Una noche soñó con seis serpientes que
formaban un círculo mordiéndose la cola unas
a otras y eso le hizo comprender que los átomos de carbono del benceno
(C6H6) formaban un ciclo. Y no tuvo vergüenza de reconocerlo en público y así
lo proclamó frente a otros colegas, animándoles a que no subestimasen el poder
de los sueños y de su capacidad inspiradora.
Tal
vez te hayas preguntado alguna vez cómo son los sueños de los ciegos. ¿Pueden
ver en sueños lo que no ven cuando están despiertos? Aquí hay que hacer, pues,
una salvedad, y es que hay una gran diferencia entre aquellas personas que
antes veías y perdieron la vista y quienes son ciegos de nacimiento. Los
primeros, quienes veían y luego perdieron la vista, al soñar recobran la vista
y sus sueños son como los nuestros; en cambio los que son ciegos de nacimiento
no tienen ninguna referencia de lo que es el mundo visual y por lo tanto no
pueden ver de ninguna forma. Entonces,
si tampoco pueden ver cuando están soñando ¿cómo son sus sueños? La respuesta
es difícil de explicar y de comprender para quienes vemos o hemos visto alguna
vez. Hay que tener en cuenta que los ciegos de nacimiento los demás sentidos
(oído, tacto, olfato y gusto) mucho más desarrollados que los nuestros, y es en
base a esos otros súper desarrollados sentidos que experimentan las
ensoñaciones y vivencias que se dan cuando dormimos. A
lo mejor no es muy apropiado el ejemplo que voy a poner, pero puede ayudar a
comprenderlo… Los perros tienen mucho más desarrollado que nosotros el sentido
del olfato, de tal forma que el olfato es más importante para ellos que la
propia vista. Así te habrás dado cuenta de cómo se paran constantemente a oler
todas las cosas e incluso muestran una preferencia por oler la caca y el pis de
otros perros. ¿Por qué hacen eso? Porque a través del olfato pueden conocer qué
clase de perro es el que ha hecho esa caca o pis, cuál es su estado de ánimo,
qué ha comido, etc. El olfato les facilita la misma información (yo diría que
incluso más) de la que a nosotros nos facilita la vista cuando vemos a alguien
y detectamos si está de buen humor o de mal humor, si es una persona simpática
o antipática, si está sana o enferma, si es educada o grosera, etc. Esas
percepciones que nosotros interpretamos a través de la vista, los perros las
interpretan a través del olfato. Así
que volviendo al caso de las personas ciegas, esos otros sentidos les hacen
vivir unas experiencias oníricas tan complejas como pueden ser las de aquellos
que conservamos el sentido de la vista.
¿Has
hablado alguna vez con tus hijos o con algún niño sobre sus sueños? Deberías
hacerlo. Los sueños de los niños son un reflejo de su personalidad y conocer
sus sueños no sólo te permite conocer mejor su personalidad sino que también al
niño le ayuda a conocerse mejor y a enfrentarse con valentía y decisión a sus
miedos. Claro que si vas a hablar con un niño sobre lo último que ha soñado,
más vale que lo hagas nada más despertarse o a la hora del desayuno porque los
sueños (en niños y en adultos) son extremadamente volátiles y se olvidan con
inusitada facilidad. El
motivar a los niños para que recuerden sus sueños y nos los cuenten, les ayuda
en su desarrollo personal y crea un clima de confianza entre ellos y nosotros.
Todos tenemos mucho que aprender de los sueños, de los nuestros y de los ajenos,
porque los sueños nos hablan de lo que nosotros somos en realidad: espíritu y
no un perecedero cuerpo material.
Nuestros
sentidos físicos no son fiables a la hora de darnos la verdadera imagen de la
realidad. Como dice alguien que ya pasó por este mundo, “son unos mentirosos
encantadores que cuentan un cuento tan fantástico que lo creéis sin
cuestionarlo”. Es
lo mismo que sucede a diario con la televisión y las redes sociales: Nos
creemos todo lo que vemos y leemos sin cuestionarlo. Deberíamos aprender a ser
más críticos y a cuestionarlo todo. Pero
volviendo a la reflexión que entrecomillé antes, rescato esta otra que es
realmente sugerente: “A veces sois más inteligentes, más creativos y tenéis
mucha más capacidad de conocimiento cuando estáis soñando que cuando estáis
despiertos”.
Durante
los últimos días he compartido con vosotros unos textos inéditos sobre la
mítica serie de televisión de los ochenta “Falcon Crest” y el mensaje oculto,
subliminal, que los guionistas de la serie habían escondido quién sabe de forma
consciente o involuntaria. El caso es que el libro “La Biblia de Falcon Crest”
ha puesto al descubierto cuál era ese mensaje oculto, transformando lo que era
una serie de entretenimiento y aparentemente superficial, en algo más profundo
que debe perdurar con el tiempo. Como
regalo de despedida tras estos pequeños artículos de los últimos días, aquí os
dejo el “árbol familiar” de esta serie. Estoy seguro que no habréis encontrado
jamás un árbol más complicado que este. Si te animas a ver de nuevo esta serie
(en YouTube se pueden ver muchos episodios completos) o a leer este libro, este
galimatías de árbol genealógico te será de ayuda. Y si fuiste uno de los
afortunados que pudo ver y disfrutar la serie cuando se emitió en televisión,
entonces te servirá de recuerdo y te hará esbozar una sonrisa con la enorme
cantidad de enredos con que nos sorprendía en cada episodio.