domingo, 16 de noviembre de 2025

El círculo de hadas (15)

VI.- El abismo del tiempo
 
La penumbra del salón se había espesado con el crepúsculo, y las llamas de la chimenea proyectaban sombras alargadas que danzaban como espectros sobre los tapices descoloridos. Arne, con los codos apoyados en la mesa de roble nudoso, sentía el peso del mundo —o de mundos— aplastándole el pecho. Había aparecido de repente en un lugar desconocido, un exilio forzado por su propia mano codiciosa, y ahora la duda más aterradora lo carcomía: ¿había cruzado solo espacio, o también tiempo? Las palabras de Lirael sobre el viajero antiguo resonaban en su mente como un martillo sobre yunque, y el hambre que roía su estómago se mezclaba con un asco creciente ante la idea de tragar cualquier cosa de este reino extraño. "¿Y si enveneno mi sangre para siempre?", pensó, mirando con recelo el cuenco de sopa humeante que el viejo había colocado ante él —caldo de raíces desconocidas, salpicado de hierbas que brillaban con un fulgor sutil.
 
Comenzó a formular preguntas en un torrente imparable, su voz ronca elevándose como un rezo desesperado: "¿Qué año es este? ¿Quién reina en estas tierras? ¿Qué guerras han marcado vuestra historia? ¿Cómo medís los días, los reyes, las estrellas?". Lirael, sentada frente a él con las manos entrelazadas sobre la mesa, lo escuchaba con ojos verdes que reflejaban el fuego como lagos encantados. A su vez, se interesaba por el origen de Arne, inclinándose hacia adelante con una curiosidad voraz: "¿De qué reino vienes? ¿Qué dioses adoráis? ¿Habéis domado el relámpago en frascos, como dicen los sabios de las Torres Eternas? ¿Conocéis el Gran Cataclismo que partió el mundo en 1423?".
 
Pero algo extraño sucedía, un abismo que se ensanchaba con cada respuesta. Ni los países coincidían: Arne hablaba de Eldenwood, un rincón olvidado en las tierras bajas del norte, bajo el reinado de Aldric el Barbudo; Lirael describía el Imperio de Aelthar, un vasto dominio de ciudades flotantes y academias de magia, gobernado por la Emperatriz Sylvara IX desde la capital de Elyndor. Ni las guerras: él recordaba la Batalla de las Cenizas, treinta años atrás, donde clanes rivales se masacraron por un valle de hierro; ella evocaba la Guerra de las Sombras Eternas, un conflicto de hace dos siglos contra entidades del vacío que devoraban almas. Ni los gobernantes, ni las monedas, ni siquiera la forma de contar los años. "Nosotros estamos en el año 3365 de la Era de la Luz", explicó Lirael con voz grave, trazando un glifo en el aire con el dedo que brilló fugazmente antes de desvanecerse. Arne palideció, calculando en silencio: si su otoño era el 1247 de la Era Antigua —como marcaba el calendario del pueblo—, entonces tendría ahora más de mil años. Mil setecientos dieciocho, para ser exactos. El vello de sus brazos se erizó; la idea de haber envejecido un milenio en una mañana de setas era un horror que le revolvía las entrañas.
 
"¿Y si no es el futuro?", murmuró Arne, la voz quebrada. "¿Y si el círculo me arrojó a un universo paralelo, un eco retorcido de mi mundo donde las historias divergieron en algún cruce olvidado?". Lirael negó con la cabeza, pero sus ojos traicionaban la duda. "Los portales del círculo no eligen; tejen lo que la tierra necesita. Podría ser futuro, paralelo, o un pliegue del tiempo donde ambos existimos a la vez. Todo son interrogantes". A cada nueva pregunta —sobre las estrellas, los metales voladores que ella mencionó como "dirigibles de éter", las plagas que Arne nunca oyó—, aumentaba más y más su desconcierto. El viejo intervenía a ratos con murmullos en su idioma élfico, consultando un tomo polvoriento de cuero grabado con runas, pero las páginas solo multiplicaban las sombras: diagramas de vórtices temporales, testimonios de viajeros perdidos que enloquecían gritando nombres de dioses extintos.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon:
“Tu último viaje”: https://amzn.eu/d/1zzOpM6 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes comentar lo que quieras pero deberías conocer antes este “Manifiesto”: https://palabrasinefables.blogspot.com/2020/09/yo-no-soy-como-tu.html