martes, 8 de noviembre de 2016

Por qué y para qué una Rueda de Prensa

Lo primero que habríamos de preguntarnos es por qué y para qué queremos convocar una Rueda de Prensa. ¿Es realmente necesario? ¿Son las Ruedas de Prensa la panacea para asegurarnos que vamos a salir en todos los medios de comunicación tal y como deseamos? Para analizarlo hay que hacerlo de forma diferenciada según dos supuestos que se dan en todas las empresas y organizaciones; esos dos supuestos se refieren a la persona que desea realizar la Rueda de Prensa: el responsable de Comunicación o el directivo de turno (llámese presidente, director general, director de Marketing, o como quiera que se llame).

Si quien propone la realización de una Rueda de Prensa es el responsable de Comunicación (y damos por sentado que se trata de un experto profesional en su campo), debemos suponer igualmente que está suficientemente bien razonada, que hay algo importante que comunicar y esto debe hacerse de forma simultánea a todos los medios. Aún así, el responsable de Comunicación deberá preguntarse si esta es imprescindible o si, por el contrario, puede conseguirse el mismo objetivo de otra forma. No olvidemos nunca que los medios de comunicación cada vez cuentan con menos periodistas y que estos se enfrentan cada día a la ardua tarea de seleccionar aquellas convocatorias a las que merece la pena asistir. Si una vez hecho este análisis sigue convencido que la mejor forma de lograr el objetivo es hacer la Rueda de Prensa, en ese caso puede seguir adelante siguiendo los sucesivos pasos que iremos comentando a lo largo de este libro.

Ahora bien, hay otro supuesto que se da con demasiada frecuencia: quien pide (o exige) al responsable de Comunicación que organice una Rueda de Prensa, es su jefe (presidente, director, etc.). Cuando se da este supuesto, el responsable de Comunicación (si de verdad es un auténtico profesional) se echará a temblar porque lo habitual en estos casos es que el asunto a comunicar no tenga la suficiente relevancia. Los directivos aman el poder y el hecho de sentirse centro de atención, con todas las cámaras y micrófonos apuntando hacia ellos, les causa tal éxtasis que –si por ellos fuera- convocarían Ruedas de Prensa todos los días. Para ellos el tema es lo de menos, porque se creen tan importantes que piensan que para los periodistas es un privilegio el simple hecho de estar atendiéndoles.

No hay comentarios: