miércoles, 19 de octubre de 2016

¡Qué tiempo tan feliz!

Blanca era la luz
de nuestro primeros sueños,
alegría desbocada
a impulsos de sangre roja,
queriendo hacer mejor
aquél mundo que nacía
de nuestra propia esperanza.

Lo que fuimos, somos,
y en el recuerdo pervive
aquello que construiste.

El mundo es ahora mejor
allí donde tú estuviste,
y fue tu luz, Blanca,
la estrella que nos guió.

1 comentario:

esteesmimundoymisideas dijo...

Una entrada muy bonita. ¡Felicidades!Los principios siempre son intensos, y esa intensidad parece que no va a terminar nunca, pero sin embargo es difícil de mantener y a menudo después solo queda el recuerdo de aquellos días.

Un saludo
Neus