domingo, 26 de abril de 2015

Virtudes ignoradas: Ser borde

Todos tenemos muy claras cuáles son las virtudes que deben adornar al ser humano ideal, o al menos cuáles son algunas de ellas: honradez, tolerancia, solidaridad, sencillez, alegría... pero hay algunas virtudes que arrastran una mala e inmerecida fama. Hoy vamos a hablar de la primera: “Ser borde”.

Pues sí, porque para mí “ser borde” es una virtud. La persona borde dice las cosas tal y como las siente, es una persona sincera, llana, directa. Cuando estás con una persona borde nunca te sientes engañado porque llama pan al pan y vino al vino. Con otras personas nunca sabes si te están diciendo la verdad, si están adornando lo que dicen o si directamente te están mintiendo. Con el borde, no. Del borde te puedes fiar porque nunca te clavará un puñal por la espalda y si alguna vez piensa hacerlo te lo dirá antes a la cara.

Nunca te debes sentir ofendido por lo que te diga una persona borde, porque lo dice de corazón y todos deberíamos ser libres de poder pensar, sentir y expresarnos como nos diera la gana.

La hipocresía ha invadido el mundo y por eso, la virtud de “ser borde” tendría que reconocerse como una de las más valoradas. Desde aquí abogo por ella.


No hay que tomarse la vida tan en serio, y el deporte tampoco:

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1 comentario:

Unknown dijo...

Pues eso no es ser borde. Ser borde no tiene nada que ver con ser sincero. Tiene que ver con la forma de decir las cosas. Ser borde es un defecto