viernes, 2 de mayo de 2014

Así busqué mi primer trabajo

No creo que nadie haya escrito jamás una carta tan original y atípica como la que reproduzco a continuación y que envié para conseguir mi primer trabajo como redactor en una Agencia de Publicidad. No llevaba ni “Muy Sr. mío” ni pamplinas de esas; empezaba así, directamente y luego al final ponía mis datos personales:

“Teilhard de Chardin abrió las puertas de esa sustancia gris que hasta entonces –aún hoy- no se utilizaba. El proceso evolutivo ha sido lento, no obstante se ha visto ayudado por algunas personas tal vez nacidas ‘antes de su época’ que aceleraron la marcha colectiva. ¿Qué tenían –tienen- esas personas? Sin duda la metodología exacta que permite encauzar a un fin concreto toda su potencia cerebral, altamente sensitiva.  Son muy pocas estas personas pero, afortunadamente, se siguen “produciendo”. Y es curioso comprobar cómo desde el principio centran todo su esfuerzo en una sola actividad, lo cual les permite el perfecto dominio de ella. Basados en algo que no es de aquí, reestructuran todas las formas existentes y lo enfocan con un nuevo vigor. Bajamos, ahora, al plano actual: he aquí a una de esas personas. Su enfoque: la redacción”.

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