lunes, 9 de diciembre de 2013

Feliz Navidad

Sé de un hombre en Cristo que hace catorce años –si en el cuerpo no lo sé, si fuera del cuerpo tampoco lo sé, Dios lo sabe- fue arrebatado hasta el tercer cielo, y sé que este hombre –si en el cuerpo o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe- fue arrebatado al Paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede decir (2 Cor 12: 2-4)

Inefable.- Del latín “ineffabilis (“indecible”), aquello que no puede explicarse con palabras. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

La cita de Corintios me parece muy a propósito, pero me leeré el trozo entero para no sacarlo de contexto.
MC