miércoles, 31 de diciembre de 2008

Ultimo post del año

Curioso invento este de los blogs. Como balance de este primer año podría destacar algunos datos:

1.- 199 entradas en 302 días (comencé el 3 de marzo), lo que representa haber escrito algo el 66% de los días.

2.- Más de 12.000 visitas (bastantes más, en realidad, ya que el contador lo instalé al cabo de unos meses y sólo contabiliza la entrada principal)

Pero sobre todo:

3.- El reencuentro con alguien muy especial y el encuentro con otras personas por las que merece la pena seguir.

Gracias a todos y ¡Feliz Año 2009! ...y que la crisis no enturbie nuestros corazones.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Celibato informativo

Hay personas que durante cierto tiempo (pueden ser unas semanas o unos meses) cortan por lo sano con alguno de sus hábitos (por ejemplo, dejan de beber alcohol, se ponen a dieta, etc.) para luego retomar con más energía su actividad diaria normal.

Hay otras que deciden desconectar de lo que sucede a su alrededor; es lo que podría llamarse un “celibato informativo”. Como decía el personaje de una novela que estoy leyendo “la mayoría de las veces comprendo que no me he perdido gran cosa” y añade que “vivimos bajo un diluvio de desinformación, de rumores y de muy pocas noticias decisivas. Durante esas semanas, me dedico a buscar otro tipo de información: la que llevo en mi interior”.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Por un momento

Por un momento cierro los ojos y me siento libre.
Mi pensamiento vuela y distorsiona en mil figuras
e inconclusas vueltas.
No hay que rendir cuentas,
no hay plazos ni proyectos.
Solo cierro los ojos y siento.
Algo vibra y da calor y me abraza con ternura;
es la vida, energía pura,
que ilumina mi interior.

Por un momento cierro los ojos y siento
que la vida solo es sueño
y estamos solos los dos.

domingo, 21 de diciembre de 2008

A propósito de Facebook y otras redes... ¿sociales?

Me invitaron a unirme a Facebook y durante todo este tiempo he estado intentando, con mi mejor voluntad, comprender para qué sirve eso. Al final he llegado a la conclusión de que no sirve absolutamente para nada, salvo para peder un tiempo (aunque sólo sean unos breves minutos) que se podría dedicar a mil cosas mucho mejores.

Ahora he leído en Diario Médico las declaraciones de Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología de la Universidad del País Vasco, y este va más allá aún. Explica que en redes como Facebook, Tuenti, hi5, etc, se puede entrar en contacto con muchas personas a las que habitualmente no se tiene acceso, la mayor parte de ellas desconocidas e incluso muchas de ellas –probablemente- con identidades falsas. “Este hecho atrae –dice- a quienes apenas tienen una red social formada” y señala que ahí tienden a sobreexponerse para ser más conocidos. La tecnología ha permitido que con un solo clic una persona pueda desinhibirse de forma inmediata lo que genera una tensión emocional que favorece la adicción; una adicción que suele afectar a las personas que psicológicamente o por edad son más vulnerables.

Entrar en una red en la que abunda la falsedad y en la que todo es superficialidad no creo que sea una buena forma de emplear el tiempo. La relación es cosa de dos; dos personas que intercambian sus experiencias, opiniones, sentimientos, que se escuchan y se apoyan, que hablan entre ellas, se escuchan y se contestan. Relación no es soltar cuatro chorradas en un foro y ver luego las chorradas que cuelgan los demás. Resulta muy triste ver esos perfiles en los que aparece “tiene 286 amigos” (¿!) Eso no es amistad, si acaso “coleccionismo”.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Críticos... sin fundamento

Como continuación a mi último post, añado una reflexión general y es la tendencia que todos tenemos a extrapolar nuestra opinión o nuestro caso particular a la generalidad. Si a nosotros no nos ha gustado un hotel (por poner un ejemplo) ya damos a entender que “ese hotel es muy malo” y que la mayoría de la gente tiene la obligación que opinar igual que yo.

Igual sucede con el conocimiento sobre cualquier tema en el que siempre somos “expertos”, aunque lo único que sabemos del mismo son cuatro titulares sueltos leídos en los medios de comunicación o alguna opinión escuchada a alguien que nos cayó simpático.

Y en un ejercicio de osadía sin límites, nos permitimos criticar basados en esta amplia documentación: (A) los resultados de la encuesta realizada a un único ciudadano (yo mismo). (B) la amplia documentación leída en unos cuantos titulares sueltos.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

¿Se puede hablar sin saber?

Pues sí, como vulgarmente se dice, la ignorancia es muy atrevida. Viene esto a cuento tras leer una crónica sobre un encuentro con medios de comunicación celebrado por una institución. Uno de los periodistas asistentes criticó los temas profesionales y planteamientos expuestos en dicho encuentro sin conocer cuál es la “historia” que hay detrás de todo ello, los diferentes pasos que se han ido dando a lo largo del año, las opiniones que a lo largo de este tiempo han vertido los responsables de una y otra parte, las acciones llevadas a cabo, la explicación detallada de las consecuencias… Y con esa tremenda ligereza, de no haber leído más allá de cuatro titulares, se permite enjuiciar unos hechos.

Durante el presente año, dicha institución ha organizado 31 actos con medios de comunicación, tras los cuales siempre se ha abierto un amplio coloquio con los asistentes. Pues bien, el citado medio sólo ha acudido a 3 de ellos (el último, hace 8 meses). Del resto, sólo se ha valido de las notas de prensa recibidas para informar. Un bagaje ciertamente pobre si lo que se pretende es exponer a los lectores unos planteamientos serios y documentados.

Ante unos hechos así, el problema es que sólo los que conocen en profundidad el asunto pueden darse cuenta del equivocado planteamiento del periodista de turno y lo que éste transmite al resto de la población son unos clichés rancios, trasnochados y alejados de la realidad.